Teníamos por costumbre juntarnos todos los sábados por la noche para ver anime y hartarnos a comer helado y toda clase de gominolas, acabando con un tremendo dolor de barriga que nos impedía movernos del sofá hasta la mañana siguiente.
Recuerdo que ese día Mika fue a la cocina a por unos refrescos y a mí me empezó a entrar un extraño sueño...
-Quiero buscar a Nisha -dijo Mizuumi con la vista fija al horizonte.
-¿y cómo piensas hacerlo? han pasado muchos años... además, ¿para qué quieres buscarla?, sería meterte en más problemas si su madre te descubre...
-necesito encontrarla, volver a verla, saber qué fue de ella después de eso... y su madre no podría descubrirme si llevo a cabo mi plan.
-¿tu plan?
-si, y aquí es donde tú empiezas a formar parte de esto
-está bien... *suspiré profundamente* dime que tengo que hacer
-en verdad tu no tienes que hacer mucho... solo prestarme una cosa
-¿prestarte el qué? -dije frunciendo el ceño
-tu cuerpo
-¡¿QUÉEE?! -me levanté de un salto y me quedé mirándola con los ojos como platos, de nuevo pensé que se trataba de una broma, no entendía para qué quería mi cuerpo ni como podría prestarle algo así.
-estoy prisionera en este lago Shara, estoy encadenada a él y no puedo alejarme más que unos pocos pasos.
Necesito tu cuerpo para salir de aquí y poder ir a buscarla.
-estás loca, ¿y dónde piensas buscarla?
-en Ab'Dhael, dudo mucho que se haya ido pues esa clase de elfos nunca salen de su alianza, nacen y mueren allí.
-¡Definitamente estás loca! ¿qué dirán...? o mejor dicho, ¡¿qué harán si ven a una humana infiltrarse en su alianza?!
-de eso no tienes por qué preocuparte, déjalo en mis manos, te prometo que te devolveré tu cuerpo en perfectas condiciones, como mucho un par de rasguños -soltó una risilla nerviosa-
-no tiene gracia tía... esto es muy raro, y no me hace ninguna gracia que te metas en mi cuerpo así porque sí... y además, ¿dónde estaré yo?, o sea me expulsarás de mi cuerpo... ¿qué será de mí? ¿dónde me quedaré?
-no te expulsaré, tu vendrás conmigo, simplemente seré yo la que tenga poder sobre tu cuerpo y tú no podrás hacer nada
-¡ah! ¡genial! ya me quedo mucho más tranquila... -le lancé una mirada asesina, era un plan absurdo a la par que descabellado, todavía no podía ni asimilar que esto me estuviese sucediendo a mí.
-no te voy a mentir Shara, es bastante arriesgado esto que te pido y no te quiero obligar a hacerlo, es peligroso y me sentiría muy culpable si mi plan fracasa y a ti te pasa algo por mi culpa. Ahora que lo sabes tú decides si quieres ayudarme o prefieres volver a casa y no saber nada más de mí...
No sabía qué hacer. Por una parte quería ayudarla, curiosamente me sentía responsable ya que no había nadie más allí y me puse en su lugar. Pero por otra parte deseaba salir de allí cagando leches y evitarme semejante lío.
Está bien, - dije de pronto, como si se me hubiesen escapado las palabras- quiero ayudarte... quiero y voy a ayudarte
-¿de verdad?... ¿estás segura?, ¿harás eso por mí?
-supongo que sí
Mizuumi pegó un gran salto y se lanzó sobre mí para abrazarme, fue extraño, pero no sentí su cuerpo chocar contra el mío sino un aire frío y una fuerza extraña que consiguió tirarme al lago.
Durante unos segundos sin poder respirar, logré sacar la cabeza del agua y vi a Mizuumi tendiéndome su mano con una sonrisa en la cara.
-¿de qué te ries? ¡¿deberías controlarte un poco sabes?! -dije sin poder parar de toser, había tragado mucha agua.
-y tú no deberías ser tan torpe, solo ha sido un empujoncito de nada... -dijo riéndose descaradamente.
Me ayudó a salir del agua y me rodeó con una manta blanca muy suave, me pregunté de dónde la había sacado y por qué no me la había dado antes.
Estuvimos un rato calladas.
-¿y cuándo querrás empezar con el plan? - dije una vez pude recuperarme del frío.
-mañana mismo, procura estar dormida a las 10 de la noche.
-de... de acuerdo
Alargó su mano para tocarme la frente y cuando lo hizo todo se volvió oscuro.